¿Qué es una amoladora? y ¿para qué sirve?
La amoladora es una herramienta eléctrica y manual, está conformada por un motor eléctrico de alta potencia, que se encuentra conectado mediante engranajes reductores (si se trata de amoladoras angulares) o directamente al eje del motor (en el caso de las amoladoras rectas). El nombre de amoladora se debe al disco de piedra (conocido como muela) que se monta en el extremo del eje. Los discos para amoladora que se utilizan determinan la actividad a desarrollar o podría pensarse al revés en realidad, dependiendo la tarea a realizar, se elegirá un disco específico para llevarla a cabo.
Podemos distinguir dos tipos de amoladoras: las pequeñas, también denominadas mini amoladoras, que utilizan discos de 115.mm o 125.mm, mientras que sus potencias alternan entre los 500W y los 1500W y las grandes, en estas solemos encontrar discos de 230.mm, mientras que sus potencias son más altas, llegando a los 2000W y 2600W.
Con esta podrá cortar mármol y cerámica, incluso utilizar una amoladora para cortar paredes. La clave para entender para qué sirve esta herramienta es tener en cuenta que funciona a la perfección para realizar tareas de corte, pulido y desbaste.
¿Qué es una pulidora? y ¿para qué sirve?
Esta herramienta permite pulir una gran variedad de superficies de una forma mucho más rápida, ya que trabaja a unas revoluciones por minuto de entre 2.500 y 6.800. Puedes pulir bordes o salientes, soltar remaches, darle forma a los ángulos, cortar metales u otros elementos y con las pulidoras profesionales más potentes es posible incluso, eliminar el óxido de diversas superficies.
En cuanto a sus usos, la pulidora eléctrica se puede usar a nivel doméstico y también industrial. Lo más recomendable, es que la pulidora que se utilice en casa a nivel doméstico sea de una sola rotación, portátil y manual. Digamos que, es lo más sencillo de utilizar y suele ser más que suficiente para buena parte de los trabajamos que hagamos.
¿Cuáles son las diferencias exactas?
Las pulidoras están destinadas a pulir materiales livianos como madera o plástico, pero también a dar acabados finos y brillantes a superficies de metal entre otros materiales. Mientras que una amoladora se puede usar para pulido grueso, cepillar, desbastar e incluso cortar metales, (sea pulidora o amoladora) las similitudes son evidentes: un motor eléctrico dispuesto de forma horizontal, montado sobre una base fija, con los dos extremos del eje motor que sobresalen a ambos lados de la máquina, en su construcción estándar ambas están fabricadas para girar a 3000rpm. Son máquinas reforzadas para uso industrial y del hogar.
Otra diferencia fundamental son los discos y accesorios que se usan en cada máquina. Estamos hablando de accesorios específicos como piedra de amolar (o muela) y cepillo de acero en el caso de las amoladoras; y de discos de paño, lijas y piedras de pulir de grano fino en el caso de las pulidoras.
Podemos concluir que a la hora de realizar trabajos de corte y pulido donde las revoluciones son bajas podemos hacer trabajos delicados o más suaves a comparación de una con más potencia, en cambio si queremos realizar un trabajo de desgaste de material podemos recurrir a la amoladora, esta cuenta con la potencia necesaria para trabajos pesados, además de que el trabajo debe de fijarse junto con los discos y demás consumibles, ya que cada uno de ellos cumplen una función en específico.